De camino al instituto

Había empezado un nuevo día.
Aún algo dormida, me dirigí al armario para elegir algo que ponerme. No sabía porqué, pero siempre tardaba una barbaridad para elegir qué ponerme. Al final, me decidí por algo cómodo y sencillo: Una camiseta gris y unos vaqueros rotos. Puede que no sea nada en especial, pero así era mi estilo, y con el que me sentía más cómoda. Me miré al espejo, sí, estaba genial. Ideal para un día caluroso cómo hoy, pero que a la vez no querías llamar la atención y sentirte rara con esa ropa.
Bajé las escaleras de dos en dos, en busca de un buen desayuno para hacer callar a mi estómago, que ya se quejaba.
- Buenos días - dije mientras me sentaba -. Oh, tostadas ¡que ricas!
- Pues espero que te gusten un poco quemadas... - dijo mi madre. La cocina no era lo suyo, pero... ¿ni siquiera sabía hacer tostadas? A veces me preguntaba cómo podía ser que no hubiera muerto envenenada.
Le sonreí. Tampoco me importaba mucho, al contrario, me gustaban las tostadas algo quemaditas...
- Tú tranquila, que ya sabes que las tostadas un poco quemadas me gustan- dije dando un mordisco.
- ¿Quieres que te lleve en la moto al colegio? - preguntó mi madre.
- ¿Llevarme? Oh no, gracias, llevarme no... Pero no me importaría que me la dejaras... - le puse mi carita de cachorrito, siempre funcionaba.
- Oh, vale, está bien - mi madre por fin se dió por vencida. Sabía que funcionaría. Me tiró las llaves, que las cogí al vuelo - Pero ve con cuidado.
- ¡Muchísimas gracias, mami! - grité abrazándola.
- ¡Eh! ¡Que yo también quiero ir! - dijo en ese momento Noah, mi hermana pequeña.
-Lo siento enana, pero aún tendrás que esperarte unos años - hice una mueca mientras daba otro mordisco a mi tostada.
- Noah tiene razón... en parte - mi madre se corrigió enseguida cuando vio que la carita de Noah se iluminaba, seguramente imaginándose a ella misma corriendo por la calle en moto -. Miley, por favor, podrías llevarla a ella también al colegio? - bufé -. Oh venga, está justo al lado. Y yo no tengo mucho tiempo, ya sabes...
- Cosas del trabajo - dijimos yo, Noah y mi madre a la vez. Ya estaba acostumbrada a que mi madre se pasara mucho tiempo trabajando. Y es que en casa sólo había un adulto, ella, desde que papá había desaparecido, por lo que tenía que trabajar el doble que antes.
Miré a Noah, que ponía cara de angelito, cómo si nunca hubiera roto ningún planto (y tanto que rompió! Menuda actriz está echa la niña!)
- Bueno, está bien - dije soltando un suspiro. Sólo lo hacía por mamá, no quería que la pobre tuviera problemas con el trabajo por mi culpa.
- Bieeeeen!!! - gritó Noah, saltando y dando palmadas.
- Si no te callas, te arrancaré la cabeza - la amenacé (es broma, eh? Yo nunca le arrancaría la cabeza!) - Bieeeeen!!!
- Vale, vale, ya me cayo - y murmuró- Menuda hermana que tengo...
- Bueno, y ahora vámonos o te dejo aquí - dije dándole un último mordisco a mi tostada -. Vamos a llegar tarde! Bye mami.
Le di un beso en la mejilla, me aseguré que tenía las llaves de la moto en mi bolsillo y me fuí con Noah pisándome los talones.
Nota: Sorry por tardar tanto! Quería subir el capítulo la semana pasada, pero no me dió tiempo! Igualmente,espero que os guste. Y comentad, please!!! =)